La vuelta a la rutina de nuestros perros

La vuelta a la rutina tras semanas de disfrute no es sólo duro para nosotros, sino también para nuestros perros.

Han disfrutado del aire libre, de excursiones y cientos de aventuras a nuestro lado ¿cómo explicarles que toca volver a la realidad del día a día y a nuestras obligaciones? 

Ellos no entienden a qué se debe este cambio, el por qué volvemos a estar tanto tiempo fuera de casa con sus antiguos horarios y demás. Por eso en ocasiones puede ocurrir que nuestro perro se muestre decaído desanimado y que parezca que sufre el mismo “síndrome postvacacional” que nosotros. 

¿Cómo podemos ayudarles a aceptar el cambio?

En primer lugar, si nuestro perro ha perdido su rutina de horarios de salida y tiene algún “accidente” evitaremos regañarle. Muy seguramente en un par de días volverá a coger el ritmo de sus rutinas sin problemas. 

Si tenemos la suerte de disponer de días de vacaciones antes de volver a nuestras obligaciones, lo ideal es ir adaptando los horarios que habitualmente tenemos, esto hará menos duro el volver a estar tanto tiempo lejos de nosotros. 

Cuando comenzamos con la rutina de nuestros horarios habituales dejaremos a nuestro perro entretenido con un juguete rellenable o alguna chuche que le guste mucho pero que no sea rápida de comer. Lo ideal para este caso son las astas de ciervo o los huesos de piel prensada. Con esto haremos que la ansiedad inicial, a la hora de separarse de nosotros, desaparezca ya que nuestro peludete estará entretenido con algo que le motiva y le gusta. 

Si a nuestro perro no le gustan este tipo de objetos podemos optar por dejar la radio puesta a la hora de irnos, esto hará que la sensación de soledad sea menor.

En este caso podemos ayudarle también con el uso de feromonas naturales. Esto hará que esté más calmado ante nuestra marcha.

A la hora del paseo, intentaremos ampliar al máximo el tiempo de estos. Si esto no es posible, al menos deberíamos intentar hacer que uno de ellos sea más largo, aprovechando así el buen tiempo que aún queda por disfrutar.  

Los fines de semana, si podemos, intentaremos hacer escapadas o pequeñas excursiones. Esto nos hará bien a nosotros y a nuestro perro. 

¡¡Las vacaciones han acabado pero aún queda mucho por disfrutar!!

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