El transportín ¿cómo elegirlo?
A veces cuando necesitamos un complemento para nuestro perro vamos a tiro hecho y no nos planteamos cuestiones como ¿es lo que necesita mi perro?
En el caso de los transportines muchas veces nos guiamos por lo que dice el reglamento o por los consejos que nos han dado sin llegar a consultar a los profesionales sobre si es conveniente o no el transportín que hemos elegido para nuestro peludo.
¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de escoger el transportín de nuestro perro?
Lo primero de todo es pensar que tiene que ser lo suficientemente cómodo ya que nuestro querido amigo tendrá que pasar quizás unas horas dentro de él. Por ello deberemos pensar qué uso va a tener el transportar (no es lo mismo un uso ocasional que uno más habitual) así como que sea adecuado al tamaño de nuestro animal.
Teniendo en cuenta esto, deberá ser lo suficientemente grande para que nuestro perro pueda tumbarse sin problema y estas con las patas estiradas si quiere.
El tamaño del transportín debe permitirnos poder introducir un colchón o una manta para hacer más cómodo el habitáculo para nuestro perro.
¿De qué material lo queremos?
- Los transportines de nylon son más ligeros de llevar pero tienen el inconveniente de que si nuestro perro es un destrozón podrá romperlo más fácilmente que uno de plástico o de otro material más resistente.
- Los transportines de rejilla suelen estar fabricados de plástico duro o fibra de vidrio, por ello son más resistentes, aunque a su vez, más pesados.
La ventaja de estos tranportines es que permiten una mayor ventilación así como son mucho más duraderos. Además suelen ser los que mayormente piden las compañías de transporte a la hora de viajar con nuestro perro.
Otra opción si tenemos un perro pequeño o tamaño toy son los bolsos, estos suelen ir acolchados y con rejillas laterales para la ventilación. Suelen disimularse muy bien y salvo que alguien se fije o nuestro perro ladre pocos serán los que se den cuenta de que viajamos con perro.
Una vez elegido nuestro transportín deberemos habituar a nuestro perro a él.
Para ello colocaremos el transportin abierto (sin la parte de arriba si es de los de plástico con rejilla) y con premios invitaremos a nuestro perro a entrar en la superficie del transportín. Cuando lo haga premiaremos. Cuando este acostumbrado a este, colocaremos la parte de arriba, premiando cada vez que nuestro perro entre. Una vez este concepto lo haya cogido, podremos ya cerrarlo y seguir premiando.
Si conseguimos que nuestro perro asocie el transportín a algo positivo no sólo querrá meterse sin problemas en él sino que lo hará hasta cuando no se lo mandes.