Cómo comunicarse con el perro
Al educar su perro desde cachorro se deben utilizar palabras cortas y entendibles, ayudadas por gestos, y preferiblemente dichas con una voz grave y evitando los gritos o castigos.
Es muy importante que los gestos utilizados sean coherentes con las palabras que pronunciamos cuando nos dirigimos al perro. Nuestra posición también es vital para comunicarnos con él. Tenemos que educarlo para que nos obedezca tanto si está cerca como lejos, de esta forma el perro tendrá más libertad. Nuestro discurso tiene que ser creíble puesto que el perro, al igual que los humanos, puede percibir cuando éste cree o no en lo que está diciendo, por ese motivo si no estamos seguros la relación se volverá complicada, ya que el perro puede que incumpla las normas. Esto mismo pasaría con el resto de miembros de la familia.
Cuando comuniquemos una orden a nuestro animal, tenemos que mostrarnos seguros y confiados. Si se da la ocasión que su perro no le escucha o no le hace caso, puede ser que en realidad no le entienda. Por ese motivo debemos cuestionarnos el método de enseñanza elegida, ya que podria no ser culpa del perro, y sí de una mala comunicación. Nunca debemos utilizar la violencia, ni recurrir al castigo, porqué no arreglaría nada y solo empeoraría la situación. Es importante tener mucha paciencia ya que se trata de una educación constante, para que el cachorro no fracase al ir demasiado rápido. La paciencia implica estar de buen humor.
Tenemos que hablar lentamente y vocalizar bien. Las palabras a utilizar tendrán que ser breves y constantes como “ven” o “siéntate”. Al igual que la elección de su nombre, tenemos que evitar nombres largos o compuestos porqué seguramente no responderá ante ellos. Es recomendable utilizar nombres con dos sílabas como máximo. De esta manera nos aseguramos que el perro lo entienda a la perfección. Evitaremos decir frases o explicaciones que él no comprenderá. Sobretodo tenemos que utilizar siempre la misa palabra para que el realice sus acciones, si la cambiamos constantemente se bloqueará y no obtendremos ningún resultado. Todos los miembros de la familia deberán utilizar las mismas órdenes.
Una vez hayamos encontrado las palabras y gestos adecuados para la buena comunicación con nuestro perro, tendremos que saber qué tipos de expresiones entiende mejor. Por ejemplo si es más sensible a los gestos de nuestras mano o nuestra cara. Para poder conseguirlo tendremos que estar atentos durante al menos quince días para saber con qué gestos responde más, y transmitirlos al resto de la familia para que puedan educarlo también.