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Luchando contra el mal aliento

Una de las cosas que menos nos gusta de nuestros queridos perros es que en ocasiones les huele el aliento. Esta halitosis ocasional puede volverse en algo continuo si no se toman una serie de medidas para evitarlo.

Salvo en los casos en los que nuestro perro sufra alguna patología como puede ser problemas digestivos, de hígado o riñón. El mal aliento puede combatirse fácilmente si actuamos a tiempo.

¿Qué podemos hacer para ayudar a que nuestro perro no lo sufra?

Comenzaremos con algo muy sencillo de poner en práctica: Una correcta alimentación.

Si nuestro perro come un alimento adecuado en función a su actividad, edad y complexión y de buena calidad, repercutirá en una correcta digestión. Evitando problemas de mal aliento a causa de digestiones molestas y pesadas.

Una correcta limpieza.

Debemos acostumbrar desde cachorros, a nuestros perros, que el cepillado de dientes entra dentro de su rutina de higiene. Con ellos comenzaremos con una gasa masajeando encías y tocando dientes, para que una vez sea adulto el cepillo y la pasta de diente sean un complemento más después del cepillado de su manto.

Juguetes dentales y snacks limpiadores.

Contamos con una amplia variedad de juguetes que a la vez de entretener a nuestro perro, le ayudan a mantener su boca limpia.

Los juguetes no evitarán el mal aliento en si, pero ayudará a mantener los dientes limpios evitando malos olores. Los snaks además de ser ricos para nuestro perro ayudarán a arrastrar restos de comida y de sarro. Y darán un olor diferente a la boca de nuestro animal.

Complementos alimenticios.

Si limpiar los dientes a nuestro perro es un imposible, contamos con complementos que echándose en la comida ayudan a una correcta higiene de la boca de nuestro peludete. Así como enjugues que pueden mezclarse con su agua, haciendo que cada vez que vaya a beber nuestro perro tenga el aliento fresco después.

Mantener el mal aliento a raya es bastante sencillo siguiendo estos pasos, pero si aún así tu perro sigue teniéndolo, consulta con tu veterinario. Puede que haya algo más detrás de ese olor.