Hoy me muero, por Duke Roberts
Esta es una de esas preciosas historias que te hará llorar de manera contradictoria; por el amor infinito que desprenden estas personas hacia su perro y por su marcha, su adiós a familia y amigos, su adiós a la vida.
Duke era un labrador negro que fue adoptado hace tres años. Al año de estar con sus adoptantes, a Duke le diagnosticaron cáncer de hueso, una afección muy grave y dura, común en los perros.
La familia Roberts trató por todos los medios hacer que remitiese la enfermedad, llegando a amputarle la pierna para intentar frenar la rápida expansión del cáncer, pero no fue suficiente. Su calidad de vida fue degenerando, paso a paso iba encontránose peor y, por ello, su familia tomó la dura decisión de dormirle para evitarle más sufrimiento.
Pero decidieron que Duke se marcharía como el se merecía, con una gran fiesta con todos sus amigos; degustando sabrosas hamburguesas, disfrutando de los chapoteos en un parque acuático, recibiendo los abrazos de su familia... porque el se lo merecía, porque el les había dado todo a cambio de nada..
y todo esto quedó reflejado en este excelente reportaje fotográfico de Roby Arouti...
"HOY ME MUERO" por Duke Roberts

Comí muchas hamburguesas. Hicimos una fiesta.
Y me reí.
Y pensé cuánto iba a echar de menos esto.
Bromeamos.
Nos pusimos serios.
Vinieron a verme mis amigos y vecinos. Son gemelos. Cuando alguien les ofreció una hamburguesa la rechazaron. No gracias, no quiero quitarle nada a Dukey.
Me vino a ver Kristen. Es genial, es mi peluquera. Y mi amiga.
Mientras esperábamos a que llegara la veterinaria, Kristen dijo que íbamos a dar un paseo. Y alguien sugirió "¿Por qué no ir a jugar al parque acuático de aquí al lado?" Y para allá que nos fuimos.
¿Sabes que te voy a echar de menos, verdad?
Y tú también, ¿verdad?
Necesito que me ayudes a cuidar de mi familia.
En serio, ¡es lo único que quiero!
Hoy nos hemos mojado.
Hoy hemos sonreído.
Hoy nos hemos sentido agradecidos.
Hoy nos hemos saltado las normas.
Escuche a niños jugando a lo lejos. Y me acordé de mis dos bebés humanos. Me encantaba protegerles.
Hoy me relajé.
No he sufrido ningún dolor y eso que el tumor había crecido muchísimo.
Hoy he sentido el amor.
Me despedí de mi bella amiga Kira. Ella "me vio" de pie sobre todo el mundo antes de que el médico dijera que había llegado el momento. Estaba excitado, saltando y feliz.
Bueno, no dije adiós. Dije: "Hasta que nos volvamos a encontrar".
Dios, qué suerte tuve. Tuvimos poco tiempo. Pero me disteis una segunda oportunidad y lo pasamos en grande juntos. Os hace felices que os mire. Nunca pararé de hacerlo.
Hasta siempre, Dukey.