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Los mejores premios para tu perro

Cuando un perro se porta bien se merece un premio. Portarse bien significa estar tranquilo, permanecer sin ladrar, hacer algún mandato que le pidas o cualquier otra cosa positiva. Lo importante para educar a un perro, además de la socialización, es ignorar el comportamiento negativo y premiar el comportamiento positivo siempre. Tu perro te dará mil motivos para que lo premies, pero la clave es que lo hagas porque se lo ha ganado y en el momento del comportamiento. La mejor manera de hacerlo es marcando la acción con “Bien” o alguna palabra que signifique que él ha hecho algo bueno. Esta palabra siempre debe preceder al premio. Para mantener a un perro feliz, la variación es la clave a la hora de premiarlo. Los mejores premios para tu perro, en orden general de preferencia, son:

1. Delicias para perros

Las delicias son la manera más efectiva para premiar a un perro. Existen muchos tipos de delicias, de muchas marcas y sabores. Para entrenar a tu perro siempre tendrás que usar algún tipo de premio y las delicias funcionan de maravilla. Los trozos deben ser pequeños, incluso para perros de razas grandes, y no deben suplir la comida del perro. Deben tener gran valor para tu perro, así que limítate a usarlas para entrenar o socializar a tu perro y no simplemente porque esté callado.

2. Juegos y juguetes

Comprarle un juguete a tu perro no es suficiente. Si debes dejar a tu perro solo puedes utilizar un juguete relleno Kong para que se entretenga. Pero si estás en casa, ponte a jugar con tu perro, ya sea con pelotas, sogas, un chillón o cualquier otro juguete. Los juegos son una manera excelente para pasar tiempo con tu perro, hacer ejercicio y premiarlo.

3. Paseos o acceso al exterior

Todos los perros tienen que salir diariamente y tener por lo menos dos o tres paseos largos. Para premiar a tu perro con paseos o con acceso al exterior, como a tu patio, puedes entrenarlo justo al lado de la puerta. Cuando trabajo con un perro, le pido que se siente o que se tumbe. Abro la puerta y le digo que se quede quieto. Si el perro no aguanta y se echa hacia delante sin que yo le haya dicho “OK”—lo cual significa que hemos terminado con el mandato—bloqueo al perro con mi cuerpo y vuelvo a cerrar la puerta. Esto lo ayuda a relajarse y controlar sus impulsos.

4. Caricias

Todos los perros necesitan cariño. Las caricias son idóneas cuando un perro está relajado y portándose bien. Nunca debes acariciar a tu perro si está ladrando o actuando de alguna manera inaceptable aunque pienses que lo tranquilizarás. Pero a la hora de entrenar, a los dueños de perros no les gusta oír que ningún perro puede vivir sólo de caricias. ¿Qué preferirías, que tu jefe te diera una palmadita cuando hicieras algo bueno o que te diera una prima? Las caricias hay que dárselas, pero si piensas entrenar a tu perro sólo con caricias, el entrenamiento no será muy efectivo. Si debes premiar al perro por hacer algo estupendo y no tienes ninguna delicia, acarícialo, pon voz de felicidad y “tírale una fiesta” de alegría.

Por Irma Cedeño