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10 Cosas que pueden matar a tu perro

1 – No vacunarlo

Las vacunas existen para proteger tu perro de enfermedades, incluso algunas potencialmente mortales. Si le das las vacunas necesarias a tu perro y no lo dejas estar en la calle en contacto con perros no vacunados, estarás protegiendo su vida.

2 – Plantas

Hay muchas plantas que son tóxicas para los perros. La personalidad del perro y las condiciones en las que vive es lo que va a determinar sus ganas de morder las plantas. Normalmente, un perro adulto no ataca las plantas en macetas, pero eso depende de su educación igual que de su personalidad. Los perros más jóvenes, por su parte, están en la edad de explorar el mundo y su comportamiento es muy imprevisible. Algunas de las plantas más comunes que contienen grados de toxicidad preocupantes para los perros son los filodendros, las estrelicias, las flores de jarro, las hiedras, los anturios, las tulipas y las hortensias. Para que tu perro siempre esté protegido de esas plantas, lo mejor es sustituirlas por otras o dejarlas en un lugar adonde el perro jamás tenga acceso. Los perros pueden ser educados para que convivan pacíficamente con plantas, pero no se recomienda que se arriesgue y se les deje a su disposición plantas que los pueden matar.

3 – Alimentos peligrosos

El chocolate, la cebolla, los tomates, el café, nueces, carozos de manzana, bacón, presunto, lacticinios, chicles, entre otros, son alimentos que pueden llegar a matar tu perro, dependiendo de la cuantidad que ingiere y del tamaño del perro. Una buena ración seca deberá ser suficiente para alimentar tu perro de forma completa, forneciéndole todo lo que necesita. Caso tengas indicaciones contrarias, deberás consultar el veterinario. Hay unas golosinas propias para perros, aunque no se les deba darlas con frecuencia, que son alternativas muy menos prejudiciales al perro. Estos animales no tienen cualquier necesidad de probar el chocolate, beber leche, comer bacón u otros aperitivos que les guste a sus dueños. Lo que sí puedes darle cuando tu perro te pide el chocolate que estás comiendo es fruta, como por ejemplo manzanas, con el cuidado de retirarles todos los carozos. Si lo que te cuesta es ver su mirada “desesperada” y resistirle, deberás enseñarlo a no pedir impertinentemente, protegiendo su salud y bien estar.

Los huesos cocidos no son tóxicos pero las lascas que libertan, principalmente los de gallina, pueden hacerle daño al estómago del perro, incluso perforarlo, causándole la muerte.

4 – Productos de limpieza

Son productos extremamente tóxicos cuando ingeridos, sin embargo algunos son incluso bastante apelativos para los perros. Por ejemplo la lejía y los anticongelantes tienen un sabor y un olor bastante atrayentes para los perros. Una cantidad equivalente a pocas cucharillas de sopa de anticongelante es suficiente para matar a un perro de porte pequeño. Aleja tu perro cuando utilices productos químicos y mantenlos guardados en un sitio seguro y afuera del alcance de unas lamidas.

5 – No desparasitarlo

Los perros deberán ser desparasitados interna y externamente para que nuestros mejores amigos no sufran de complicaciones muy incómodas que uno no se lo desea ni al peor enemigo. Los ataques de pulgas, combinados a veces con ataques de lombrices, tenias y reacciones alérgicas, pueden evitarse y tratarse fácilmente mediante una administración regular de determinados productos.

6 – Dejar el perro sin correa

Aunque pienses que tienes el control total sobre tu perro, no olvides jamás que este es un animal irracional y tiene los comportamientos más imprevisibles cuando menos esperas. Un perro obediente y bien entrenado desobedece al dueño muy fácilmente, por ejemplo atravesando la calle disparado para “ligar” con una perra con el celo. Incluso hay gente que aprovecha para llamar los perros sin correa desde lejos y luego robarlos. El perro que ya se pasea sólo desde pequeño puede también ser atropellado a cualquier momento por un coche, ya sea por el conductor que iba distraído o porque el perro se había hecho daño y atravesó la calle más de espacio… Además, los perros no tienen un sentido de orientación tan apurado como el de los gatos y se pierden más fácilmente, principalmente porque les encanta seguir rastros y olores que los llevan a sitios desconocidos y puede que el final no sea feliz.

7 – Dejar el perro dentro del coche

Si vas al centro comercial y no tienes adonde dejar tu perro, mejor que pienses dos veces antes de dejarlo cerrado en el coche durante horas. El calor que se va acumulando y la falta de circulación de aire podrían matarlo. No dejes el coche al sol, deja un par de ventanas un poquito abiertas y, sobre todo, evita tomarte más de unos minutos para volver. Aunque el perro lo tolere por algún tiempo, si tardaras demás podría entrar en stress, y además no sabes si la gente se aproxima del coche, le da algo de comer o si lo provoca… Un perro fuera de casa y sin la supervisión del dueño es siempre una situación a evitar.

8 – Juguetes no apropiados

Existe ya en el mercado una variedad de juguetes apropiados para perros. Es muy importante el tamaño así como el material de los juguetes. Si el juguete es muy pequeño podría ser fácilmente tragado y quedarse preso en la garganta, sufocando el animal. Lo mismo podría resultar si el juguete fuera hecho con pelo, espuma, etc., incluso podría provocar una intoxicación si ingerido.

9 – Parto sin la asistencia de un veterinario

Aunque parir sea un proceso natural, no deja de ser algo peligroso. En la naturaleza las perras suelen morir cuando paren y esto no es tan improbable como se piensa. Las complicaciones durante el parto son muy variadas: la perra puede no romper el saco amniótico de los cachorros, no tener ganas de comerse la placenta, tener problemas al expulsar los cachorros, etc. Su dueño deberá estar informado y acompañar el nacimiento. El veterinario desempeña un papel muy importante en la prevención de problemas, en el diagnóstico de complicaciones y en la provisión de informaciones.

10 – Productos tóxicos

Líquidos de olor, como el para Potpourri, velas de Citronella, bolas de naftalina, toallitas aromatizadas para limpiarse las manos, veneno para ratos, pesticidas, entre otros. Si te mantienes fiel al lema de darse al perro solamente lo que es indicado para perros, no te enfrentarás con problemas. Si, por accidente, tu perro ingiere alguno de estos productos, vete al veterinario lo más pronto posible.

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