El chequeo general tras las vacaciones

Aunque no siempre es así, en ocasiones en la época de vacaciones nos relajamos tanto que hasta llegamos a dejar de ser tan rigurosos tanto en nuestros hábitos como en los de nuestro amigo de cuatro patas.

Los cepillados quizás no son tan continuados y quizás, hasta se nos haya podido pasar que le tocaba echarle de nuevo la pipeta o cambiarle el collar antiparasitario.

O quizás hasta que no nos volvemos a centrar en nuestra rutina diaria, no nos fijemos que a nuestro querido perro le han salido unos bultitos o su ojo llora más de lo habitual.

Por eso, la vuelta de vacaciones es un buen momento para realizar un chequeo general veterinario a nuestro mejor amigo. Si hemos estado en zonas de campo o playa, quizás haya que reforzar la desparasitación interna…

También es muy importante realizar un análisis contra la leishmania, ya que en la época estival es cuando la proliferación de los mosquitos causantes de la enfermedad es mayor, y por ello, nuestros perros pueden ser más vulnerables y padecerla.

Una vez realizada la puesta a punto en la salud de nuestro peludo, ya sólo queda relajarnos y recordar con una sonrisa todos los buenos momentos vividos este verano.

¡¡Y empezar a planear las vacaciones del siguiente!!