10 efectos del castigo físico en los perros
Las etiquetas nunca hacen justicia. De hecho el término “etiqueta” ya tiene algo de peyorativo, pero también es cierto que nos ayudan a ubicar determinados hechos y acciones. La denominada “educación en positivo” no escapa de ello, y los partidarios de la “línea dura” tachan a los que utilizan este sistema de “salchicheros”. Mientras tanto, etólogos de todo el mundo apuestan por reforzar en lugar de castigar…
1. El castigo es muy difícil de medir en su intensidad y, por lo tanto, de aplicar en su justa medida. ¿Cómo de “fuerte” debe ser el castigo por tirar de la correa? ¿Y por comer porquerías? ¿Y por romper unas zapatillas…?
2. El castigo produce habituación. Si se utiliza será necesario incrementar la potencia para conseguir el mismo efecto, entrando en una espiral peligrosa y sin fin.
3. El castigo físico lleva asociado dolor… y puede llevar a una agresión refleja que nunca habría existido. Es especialmente delicado si no se le da al perro la posibilidad de huir.
4. Si el castigo provoca agresividad… estamos fomentando una agresividad que tal vez era inexistente.
5. El castigo produce problemas emocionales, ansiedad y estrés. Castigando creamos perros inestables, nerviosos e impredecibles.
6. El castigo se debería aplicar en el momento exacto, equivocarse en ello puede conllevarasociaciones indeseadas. ¿Somos capaces de conocer el momento exacto en el que se debe aplicar y qué asociará la mente del perro? Evidentemente NO.
7. El castigo puede obtener resultados inmediatos, pero NO son resultados fiables en el tiempo. Educar a un perro es incompatible con la prisa.
8. Cuando castigamos, prestamos atención al perro. La “atención” pasa a convertirse en un reforzador y al castigar fomentamos la conducta que queremos eliminar. Curioso ¿verdad?
9. El castigo NO es necesario, la inmensa mayoría de situaciones se pueden solucionar con refuerzos. Y si no somos capaces es que ha llegado el momento de recurrir a un etólogo.
10. Con el castigo NO se aprende la conducta correcta, el perro NO elige la conducta adecuada, NO aprende lo que es correcto y lo que no lo es. y sin embargo pueden suceder cualquiera de los 9 puntos anteriores, o varios de ellos. ¿Merece la pena?
Autor: Juan Francisco Calle
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09/09/2013 | Visitas: 51